"Es un gran proyecto, pero tal cual como se lo licitó, no sabemos si se puede realizar. Lo que hice fue sincerar una situación y lo que estamos previendo es un nuevo llamado a licitación", reconoció ayer al Diario La Nación el Ministro Schiavi. Estas declaraciones fueron realizadas poco tiempo después que el Ministro visitara la Legislatura porteña defendiendo el presupuesto que su cartera tiene previsto manejar el año entrante.
"Estamos casi convencidos de que la obra, tal como está planteada, va hacia a una rescisión del contrato porque, además, el dinero estipulado no está presupuestado", agregó Schiavi, dando casi un golpe de nock out al ansiado proyecto.
El dinero necesario para concretar el plan (280 millones de pesos) iba a ser aportado por el Gobierno Nacional, el Gobierno de la Ciudad y por un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
La obra que fue anunciada por Ibarra el 15 de agosto de 2001 marcaba una revolución, tanto desde el aspecto urbanístico (se ganaba una superficie verde de 75 hectáreas, se erigía un colosal pulmón que atravesaba la ciudad) como desde el punto de vista del transporte (se eliminaban los pasos a nivel que tantos accidentes y retrasos generan en el movimiento ciudadano).
El tiempo de concreción estipulado rondaba los ocho años. Habiendo transcurrido cinco y con pocos avances realizados la obra parece destinada al fracaso, o lo que es peor, al olvido.
El Ministro Schiavi esgrimió en su defensa que "Desde el punto de vista paisajístico era muy lindo, pero en lo estructural no se habían tomado datos de los suelos de la zona ferroviaria, y los estudios presentaban inconsistencias". Luego agregó: "No se hizo el estudio estructural, y desde el punto de vista de la seguridad no era factible".
Por una vez más, la esperanza y la credulidad de los vecinos fueron arrasadas por los hechos concretos que el interés define. Aunque los gobernantes de turno repitan una y otra vez que todos somos iguales, la realidad parece empecinada en demostrar lo contrario. Los usuarios del "Sarmiento", mientras tanto, seguirán viajando a la buena de Dios; y la zona Oeste de la Ciudad permanecerá cortada en dos mitades por un tren que lejos está de representar el progreso con que fue investido aquel 29 de agosto de 1857, fecha en que La Porteña arribó a Floresta por primera vez....