La fiestas tomaron luego
impulso y se transformaron
en eventos socialmente
reconocidos. Recordemos los
típicos bailes de carnaval
que se hacían en los clubes
de barrio y los corsos que
se armaban en diferentes
zonas y del cual
participaban activamente los
vecinos, ya sea como actores
o como inquietos
espectadores.
A partir de la llegada de
los gobiernos militares que
siguieron a las presidencias
del General Perón el
carnaval como fenómeno
social fue perdiendo
impulso. La murga de a poco
cayó en el menosprecio. Los
lanzaperfumes y serpentinas
fueron reemplazados por
garrotes plásticos o
martillos que algunos
rellenaban con arena. El
público se alejó y las
fiestas perdieron el peso
que originalmente tenían.
Un decreto del año '76 le
dio el golpe de gracia: se
levanta la condición de
"días feriados" que tenían
hasta ese entonces los lunes
y martes de carnaval.
Con el resurgir de la
democracia comenzó un lento
período de revalorización
del patrimonio cultural e
histórico del cual los
carnavales formaban parte
por derecho propio. Los
"talleres de murga"
aparecieron espontáneamente
en centros culturales,
escuelas y plazas de cada
barrio.
Restaba que se les
restituyera a las fiestas el
antiguo status de "feriado".
Se vino trabajando en la
legislatura hasta que la
idea maduró en el 2004: los
diputados votaron la ley que
les restituía orgánicamente
el reconocimiento de antaño.
Pero la alegría duró poco ya
que el proyecto fue vetado
por Ibarra. El expediente
volvió a la cámara para que
se lo reconsiderara y esta
reafirmó su voto
promulgándose así la Ley
N°1322.
En la actualidad existe un
registro de murgas
reconocidas por el Gobierno
de la Ciudad que reciben
distintas facilidades para
desarrollar su actividad a
lo largo del año con vista a
llegar de la mejor forma
para las fiestas.
Celebremos entonces con
atención e interés estas
viejas-nuevas fiestas que se
avecinan, las cuales, a
manera de ventana hacia el
pasado, nos permitirán
vislumbrar los ecos de una
alegría inocente de la que
alguna vez disfrutamos.
Arranca el carnaval en la
Ciudad
En tributo al Rey Momo Unos
15 mil murgueros, que forman
parte de más de un centenar
de agrupaciones,
participarán del Carnaval
Porteño 2007.
Los participantes se han
inscripto antes en el
Registro de la Comisión de
Carnaval Porteño, del que
forman parte el Poder
Ejecutivo, la Legislatura y
las agrupaciones de Carnaval
de la Ciudad.
En su edición 2006, un
millón de personas
participaron de los
festejos.
Un detalle importante para
este año es que en cada
lugar de celebración el
público podrá ubicarse en un
sector especial, desde el
cual podrá disfrutar del
espectáculo de una manera
cómoda y segura.
Los corsos más cercanos
Olivera
e/Chascomús y Tapalqué
Av.
Nazca e/Jonte y Camarones
Av.
Nazca e/Gaona y Morón
Av.
Juan B Justo e/Calderón de
la Barca y Virgilio
Av.
Avellaneda e/Nicasio Oroño y
Fragata Sarmiento
La murgas del barrio
Los
Pecosos de Floresta
Los
descarrilados de Parque
Avellaneda
Los
Inquietos de Monte Castro
Los
caprichosos de Liniers
Los
Pizpiretas de Liniers
Los
mocosos de Liniers
Los
Inevitables de Flores
Los
Impresentables de Flores
Carlos Davis