Recordemos que el proyecto
original planeaba una
compleja obra de ingeniería
que comprendía la
disposición de las vías a
bajo nivel, en una especie
de túnel, en el trayecto
capitalino del ex
Ferrocarril Sarmiento. Es
decir, que desde la estación
Once y hasta la estación
Liniers, las vías férreas
estarían ubicadas a un nivel
menor al de la calle,
eliminándose los pasos a
nivel que prácticamente
parten en dos a la ciudad,
causando no sólo accidentes
graves sino también grandes
congestionamientos de
tránsito.
El tren sería por lo tanto
un subterráneo, y los
terrenos que quedaran libres
por sobre el túnel pasarían
a formar parte de un
formidable espacio verde
conocido con el nombre de
corredor verde del oeste.
La obra fue originalmente
anunciada por Aníbal Ibarra
el 15 de agosto de 2001,
marcando una revolución
desde el aspecto urbanístico
ya que se ganaba una
superficie verde de 75
hectáreas, generándose un
colosal pulmón que
atravesaría la ciudad.
Técnicamente, los terrenos
por los que circulan los
ferrocarriles son de la
nación, aunque los mismos
puedan estar ubicados sobre
la ciudad de Buenos Aires o
a través de la provincia,
razón por la cual parte del
financiamiento de la obra le
corresponde al estado
nacional y el resto a los
estados municipales que se
verían beneficiados por la
obra.
"En un primer momento se iba
a hacer hasta Liniers, pero
después el Presidente
decidió hacerlo en tres
etapas llegando hasta
Moreno", explicó Jaime en
declaraciones a radio
América, recibiendo de
inmediato el beneplácito del
intendente de Morón
Martín Sabbatella.
Según el plan original la
Ciudad de Buenos Aires iba a
cofinanciar el
emprendimiento, y a raíz del
nuevo anuncio sería lógico
suponer que el gobierno
provincial también debería
realizar aportes para llevar
la obra a buen puerto.
Carlos Davis