La familia de 
					Broccolino festeja sus 39 años en el microcentro porteño
					
					
					Broccolino 
					cumple años
                  
					04/02/2024
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					Este 4 de febrero, la familia Trío cumplirá 39 años de abrir 
					de manera ininterrumpida (de lunes a lunes) el Restaurante 
					Broccolino, espacio gastronómico ubicado en pleno 
					microcentro porteño (Esmeralda 776). Broccolino es la cocina 
					italiana que conquista desde 1985 a los locales que trabajan 
					en la zona y al turismo que hace cola en la puerta todos los 
					mediodías y todas las noches. El nombre del restaurante no 
					es arbitrario, rinde homenaje a los italianos que se 
					instalaron en Brooklyn, Nueva York, tras las primeras olas 
					migratorias. Nuestro Broccolino abrió sus puertas un 4 de 
					febrero de 1985, en el local donde se encontraba una agencia 
					de publicidad familiar. El alma mater del lugar es Luciana 
					Trío, que ya había tenido otro restaurante con su nombre 
					durante décadas en la calle Zabala del barrio de Belgrano. 
                  
                    
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					La abuela de Luciana había tenido también un ristorantino en 
					Livorno, en plena 2º Guerra Mundial, siendo condecorada no 
					solo por dar de comer a los soldados sino también por la 
					bomba que cayó sobre su comedor en pleno mediodía. Unos años 
					después (década del 50), Irene, su hija Luciana y su hijo 
					Antonio, llegaban a Buenos Aires.   | 
                  
					
											
													
					
					
                  "A mi mamá le 
					encantaba ir a ese  restaurante. Se metía en la cocina y 
					miraba cómo cortaba, mezclaba y su abuela le enseñaba. 
					Después se perfeccionó, porque estudió y por la experiencia 
					adquirida tras haber abierto su propio restaurante", cuenta 
					Alejandro Ballabeni, hijo de Luciana, quien hoy está al 
					frente de Broccolino.
					
					Y sigue 
					explicando la historia de la familia: "Broccolino nació de 
					la mano de mi mamá y mi tío que murió joven. Él era un genio 
					marketinero y tenía mucha imaginación. Aprendí mucho de él. 
					Cuando abrimos el restaurante, yo trabajaba en turismo, tuve 
					que decidir y me ganó el amor a la familia. Fue un desafío 
					muy grande. Ahora me parece fácil, pero realmente sobrevivir 
					en la Argentina fue toda una tarea. Porque el restaurante 
					arrancó con el plan Austral, ni te cuento de la híper, del 
					89, y la crisis del Tequila, del 95, de la pandemia de los 
					últimos años…”. 
					
					 Qué 
					comer en Broccolino
  
					Qué 
					comer en Broccolino 
					
					
					Las pastas son 
					las estrellas del lugar. Es difícil no tentarse con una 
					pasta rellena como los ravioles de ciervo con salsa Alfredo, 
					la salsa Calígula con pesto y hongos sobre los tagliatelle 
					hechos en la cocina del restaurante. 
					
					La lasagna y 
					los canelones son un imperdible que se pide en invierno y 
					verano. El turista es muy de elegir los clásicos tagliatelle 
					profumo di mare o alla puttanesca para quien quiere un poco 
					de picante. 
					
					Para los que 
					quieren compartir, hay una selección de pastas que trae 
					cuatro variedades con 4 salsas a elección. También tienen 
					risottos, calamaretti, saltimbocca y no faltan las 
					berenjenas alla parmesana.
					
					En verano, hay 
					sugerencias del chef todos los días, ensaladas frescas y 
					abundantes, mozzarella de búfala con tomates frescos de los 
					mejores productores, bruschetta romana con tomate concassé, 
					langostinos y cebollas fritas y más. 
					
					El imperdible 
					de la hora del postre es el tiramisú Broccolino: la receta 
					básica consta de capas de vainillas empapadas en café y una 
					crema de queso mascarpone, huevos y azúcar. Cuando abrió 
					hace 39 años Brocco, Luciana recorrió varias regiones de su 
					Italia natal probando diferentes variantes para luego crear 
					una receta propia, más universal pero a la vez única.
					
					
					
					“Nos ocupamos 
					mucho de la calidad. La comida es buena, abundante y 
					elaborada con productos de primera. Por eso trabajamos y nos 
					mantenemos”, dice orgulloso Ballabeni.
					
					Mariana Rolandi 
					Perandones