PROPICIAN UN
REGISTRO DE VIOLADORES
Las Madres
del Dolor brindan su apoyo
17/07/2008
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En el Congreso
de la Nación existen varios proyectos que, con diferencias
de matices, propician la confección de un registro de
personas que hayan cometidos delitos contra
la integridad sexual. La iniciativa es impulsada por las
Madres del Dolor, entidad que brindar servicios de
asistencia y contención integral a víctimas y
familiares de hechos de
violencia, y que pretende convertirse en un foro de defensa
de los derechos y de la seguridad ciudadana. Silvia Irigaray,
la madre de Maxi Tasca, hizo declaraciones sobre la
iniciativa que propicia la creación de un banco de ADN.
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Los datos
son contundentes. En Argentina se produce una violación
cada 150 minutos, sólo un tercio de los casos son
denunciados. El 50 % de los abusos se realiza contra
menores de edad. Apenas se resuelve uno de cada diez
casos de abuso. El registro permitiría la
individualización del culpable en casos donde no hay
sospechosos.
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Una de las integrantes
de la asociación Madres del Dolor, Silvina Irigaray, la
madre de Maximiliano Tasca, explicó que actualmente hay
siete proyectos sobre el tema. Esto lo confirmaron después
de una manifestación que se realizó el 4 de julio junto a
los familiares de víctimas de ese delito contra la
integridad sexual.
Con relación a los
beneficios que traería la aprobación del Proyecto, sus
impulsores aseguran que sería una herramienta fundamental en
los casos de violación o una violación seguida de muerte y
no se puede dar con el sospechoso. “Cuando no hay sospechoso
y al haber encontrado en la víctima (porque el violador
siempre deja un rastro) material genético para realizar el
ADN, tendríamos la certeza de saber si esta persona fue en
algún momento condenado por este delito. Si estuvo condenado
sabremos dónde está”, señaló Irigaray.
“En los primeros cuatro
meses de 2008, las fiscalías del país recibieron más de 250
casos mensuales”, dijo una fuente del Ministerio Público
Fiscal. Este número indica que existe una gran cantidad de
delitos contra la integridad sexual en el país. En general,
los que realizan este tipo de acciones tienden a reincidir
una vez que recobran la libertad. El registro permitiría no
sólo la generación de un listado con las personas que fueron
condenados por este tipo de crímenes, sino también una
identificación genética de cada uno de ellos.
Uno de los puntos de
discusión más fuertes pasa por definir si el registro ha de
ser de acceso restringido (sólo para uso de la justicia) o
público. Los que se manifiestan en contra de esta última
opción argumentan que los vecinos de las personas que han
incurrido en este tipo de delitos podrían llegar a tomar
acciones por propia mano ante cualquier situación
sospechosa, fundada en hechos concretos o no.
Carlos Davis
Fuente:
La
República de Corrientes