En febrero del 2006 volvimos
a publicar una nota referida
a los trabajos. Por aquel
entonces los funcionarios
seguían sosteniendo la
inauguración parcial para
principios del 2007.
En febrero del 2007 el
discurso cambió: la obra
total (incluidas las cuatro
estaciones) que se había
iniciado el 21 de abril del
2004 tendría un plazo de
ejecución de 42 meses. De
acuerdo a estos plazos la
inauguración tendría que
haberse producido el 21 de
octubre del corriente año.
Tampoco fue.
Un informe conocido en estos
días nos informa que las dos
primeras estaciones (Puán y
Carabobo) están terminadas y
en período de pruebas
técnicas que garanticen su
funcionamiento pleno. Estas
dos estaciones se
inaugurarían en marzo del
año que viene. Las
estaciones Flores y Nazca se
integrarían recien para
noviembre del 2008.
En el Ministerio de
Planeamiento y Obras
Públicas de la Ciudad
confirmaron que ya se
concluyeron las obras
civiles de Puán y Carabobo,
habiéndose montado los
ascensores que le darán
mayor accesibilidad. También
se encuentran instaladas las
escaleras mecánicas, la
señalética, los papeleros y
los asientos de las nuevas
estaciones.
En un primer momento y para
poder aumentar la frecuencia
se agregarán trenes
pertenecientes a la línea E.
La renovación de las
unidades se llevaría a cabo
cuando el servicio quede
totalmente operativo, es
decir, cuando el subte
llegue a Nazca.
Nuestra línea "A" de
subterráneo fue la primera
en ser construida en toda
sudamérica, su inauguración
data de 1913. Si bien
siempre tuvo a Plaza de Mayo
como estación de cabecera,
su terminal primero fue
Plaza Miserere y un año
después Primera Junta. La
extensión total de su
trazado es de 6,8 km. La
obra completa estuvo lista
en 34 meses.
Extrañamente, y pese a los
avances tecnológicos,
agregar estos nuevos 2,9 km
insumirá (si todo sale según
lo planeado) 54 meses.
Obviamente los desafíos
fueron otros y esto hay que
reconocerlo. Para la obra
primitiva se trabajó a cielo
abierto, por lo cual la Av.
Rivadavia quedó fuera de
servicio durante casi todo
el tiempo que insumió la
concreción del proyecto. En
la actualidad el trabajo de
excavación se llevó a cabo
con una máquina "tunelera"
gracias a la cual el impacto
de la obra en el tránsito y
en el humor de los porteños
fue mínimo.
Carlos Davis