Esa
cuadra de Mitre, entre
Ecuador y Jean Jaures, era,
hasta la noche de la
tragedia, un punto
neurálgico para el tránsito
porteño.
Por esa calle pasaban gran
cantidad de colectivos,
autos y camiones, además de
miles de transeuntes, que a
partir de la tragedia deben
dar un gran rodeo para
realizar el trayecto
deseado. Esto, sin
considerar a los usuarios
que en grandes cantidades
toman cada día el ex
ferrocarril Sarmiento y que
llegan o parten de la
estación Once.
"No me
parece el momento. Esto es
reducir el problema a una
cuestión de tránsito. Sólo
pido respeto, en esa calle
fallecieron 194 chicos. No
me parece apropiado que se
hable de esto en un contexto
electoral", dijo José
Iglesias, padre de Pedro,
una de las víctimas y
abogado de los familiares.
A la negativa de los
familiares de las víctimas
se agrega que la Justicia
aún podría solicitar
peritajes en la zona, ya que
se encuentra abierta la
causa judicial por abandono
de personas.
Para
Nilda Gómez, madre de
Mariano, uno de los 194
chicos que murieron, los
familiares no tendrían
inconvenientes en reabrir
Bartolomé Mitre, mientras se
mantuviera la zona "como un
lugar de memoria". Sostuvo,
sin embargo, que la calle
debería ser peatonal.
Según Adriana Magnoli, madre
de tres chicos que
estuvieron en Cromagnon, uno
de los cuales murió,
"Primero hay que hacer un
trabajo psicológico, porque
aún no sanó el alma de
ninguno de los relacionados
con la masacre. La gente
puede desviarse y perder 15
minutos más".
Mauricio Macri, candidato a
jefe de gobierno dijo: "Los
familiares merecen un lugar
para recordar. Es el derecho
que les da el dolor de haber
perdido a un ser querido en
un ámbito que debería haber
sido motivo de felicidad.
Pero no podemos seguir
cortando Bartolomé Mitre
porque, de esa forma,
estamos perjudicando a
otros. Nuestra propuesta es
escuchar a los familiares
para hallar una solución".
El jefe
de gobierno y candidato,
Jorge Telerman, sostuvo que
está en favor de abrir la
calle. Aunque advirtió: "Se
trata de un lugar por el
cual hay que tener un enorme
respeto y recogimiento.
Estamos reuniéndonos con
arquitectos, con los padres
y con los vecinos para
lograr que la calle pueda
funcionar normalmente.
Creemos que hay que poner
reductores de velocidad y
respetar el hondo dolor que
el lugar significa".
La propuesta de solución,
como siempre, debe surgir
del encuentro, de la charla,
del consenso, respetando
tanto el dolor de los
sufrientes como el derecho
de los que necesitan
circular por ese sector de
Buenos Aires.
Carlos Davis