En tal sentido el
presupuesto participativo
(que marca la elección de
las prioridades en las
cuales habrá de invertirse
el dinero) marca el puntapié
inicial de un cambio
cultural que apunta hacia un
mayor acercamiento,
compromiso e intervención
del ciudadano en los asuntos
de su comuna.
El sistema de
descentralización sobre el
que se sustentan las comunas
se apoya en la participación
masiva de los ciudadanos. En
este punto debemos mencionar
que en el 2006 apenas hubo
30.000 porteños que se
interesaron en votar el
presupuesto participativo,
una cifra bastante baja si
se la compara con el total
del padrón (más de 3.000.000
de ciudadanos). Por esta
razón, detectada esta
debilidad, desde el
ministerio se está
trabajando para lograr un
paulatino "cambio de
conducta" en los porteños.
Sin embargo, y para
contextualizar
convenientemente el tema, no
podemos ignorar que aún en
ciudades típicamente
"participativas" como Porto
Alegre (Brasil) apenas el
10% de los electores
interviene de los asuntos
ciudadanos.
El lanzamiento de
presupuesto participativo
2007 - 2008
En la presentación del
Presupuesto Participativo
2007 – 2008 se describieron
los nuevos mecanismos que se
incorporaron para facilitar
y extender la participación.
El período de debate se
ampliará de dos a cinco
meses y se sumará la
presencia de técnicos de
todas las áreas de gobierno,
que participarán junto a los
vecinos de la Ciudad para
ayudar a que las ideas y
reclamos se conviertan en
proyectos que cuenten con
factibilidad técnica y una
cuantificación
presupuestaria correcta.
Finalmente, se pondrán en
marcha nuevas modalidades de
votación. Los porteños
podrán votar en cada una de
las sedes comunales, a
través de Internet y del
0800 de la Ciudad.
“El año pasado se produjo un
record de participación,
pero hoy presentamos un
Presupuesto Participativo
que garantizará que más
gente intervenga para
decidir en qué gastar los
recursos de la Ciudad”,
concluyó el ministro
Cortina.
Carlos Davis