Es decir, se aprovechó de la
atracción que genera el
movimiento alrededor de la
Plaza Cortazar para instalar
un puesto de venta que poco
tiene de artesanal y si
mucho de oportunista.
Los puestos habilitados
tampoco dan la mejor de las
impresiones. La circulación
de los visitantes es pésima,
y el humor de los vecinos va
de la indignación a la
impotencia ya que ven sus
veredas ocupadas cada fin de
semana.
Había que intervenir de
alguna manera para que el
problema dejara de ser tal y
la feria volviera a ser
motivo de gozo y de no de
penas. El gobierno piensa
trasladar a los artesanos a
un sector distante a cuatro
cuadras de la plaza. Los
artesanos se resisten a ser
mudados argumentando que
allí estarán "lejos" e
"inseguros".
La titular de Espacio
Público, Lía María, detalló
con referencia a la futura
reubicación de la feria:
“Estamos trabajando en el
reordenamiento integral del
barrio, que en los últimos
años se ha convertido en un
boom turístico. Ya se han
colocado más de 400
luminarias nuevas, se
plantaron más de 700
árboles, se han realizado
más de 3000 m2 de veredas y
se han pavimentado 61
cuadras en toda esa zona de
Palermo”, detalló
El paseo funcionará a 300
metros de la plaza donde
actualmente está la feria,
en las dos cuadras de
Darwin, que se extienden
entre Honduras y José A.
Cabrera. El lugar fue
recuperado como espacio
público: se plantaron
árboles; se colocó
iluminación; y además de las
veredas y la pavimentación,
se están colocando los
bancos, cestos de basura,
bicicleteros y pantallas de
publicidad.
Además de la feria, en el
paseo habrá actividades
culturales, espectáculos y
puestos de información.
En la plaza Cortázar, que
entrará en obra, habrá
carteles indicadores sobre
la ubicación del nuevo paseo
y la feria de artesanos.
Mientras tanto, los
feriantes dicen que la nueva
ubicación es "insegura y
poco transitada por los
turistas".
En el día de hoy sólo se les
permitió trabajar a los
artesanos que tienen su
puesto en la misma plaza.
Los que normalmente se
instalan en las veredas de
los alrededores (manteros)
no pudieron desarrollar su
actividad, debido a que un
operativo policial les
impidió trabajar.
"Los manteros no van a estar
más, no por lo menos en el
piso. Para formar parte
junto a los artesanos del
nuevo Paseo Darwin, como se
llamará, deberán cumplir una
serie de requisitos que
cumplen todos los feriantes.
Entre ellos, el de ser
manualistas. Es lo que piden
los vecinos y los
comerciantes", explicó la
ministra de Espacio Público
porteño, Lía María.
El subsecretario de
Programación y Coordinación
del Espacio Público, Esteban
Bellomo agregó: "No sólo
será una feria. Habrá
actividades culturales,
espectáculos y puestos de
información turística. Para
tranquilidad de los
artesanos, en la plaza
Cortázar habrá carteles
indicadores del nuevo
emplazamiento de la feria, y
la plaza será liberada y
refaccionada para que la
gente pueda volver a leer, a
descansar y a caminar".
Carlos Davis