No hablamos de otorgar
terrenos y menos de regalar
viviendas. Decimos que la
salida a este círculo
perverso podría encontrarse
si el estado se decide a
invertir fondos para
construir (como en este
caso), si los proyectos y la
ejecución salen de entidades
que más que buscar el lucro
persiguen el rédito social,
y si los beneficiarios
además de recibir su
vivienda se convierten en
sus propios constructores
(con el valor agregado de la
capacitación que reciben y
los puestos de trabajo que
se generan, amén del trabajo
solidario que promueven).
Estas viviendas deberán
tener una cuota
suficientemente baja como
para que cualquier familia
de trabajadores pueda tener
acceso a ella.
En este sentido, las Madres
de Plaza de Mayo están
trabajando en la
construcción de 450
viviendas en el barrio "Loa
Piletones" de Villa Soldati,
el emprendimiento del MTL
también se enrola en esta
corriente.
Gran parte de estos logros
se deben a la reglamentación
de la Ley 341, ley que
habilita la posibilidad de
que organizaciones sociales
constituidas en cooperativas
puedan administrar recursos
estatales.
El Proyecto Monteagudo fue
así presentado ante la
Comisión Municipal de
Vivienda (-CMV-, actual
Instituto de la Vivienda -IVC-)
en Octubre de 2003,
otorgándosele a la
Cooperativa del MTL un
crédito de 16 millones de
pesos a pagar en 30 años
para poder materializarlo.
Esta cooperativa constituyó
en su interior una empresa
constructora integrada hoy
por 400 trabajadores que
poseen 1.000 viviendas en
ejecución. Sus trabajadores
perciben asignaciones
familiares, aguinaldo,
vacaciones, ART y obra
social y se presentan
también a licitaciones para
construir otras obras.
La construcción del complejo
se está logrando en tiempo
record (30 meses) y a un
costo menor del 25% que en
el mercado.
El barrio consta de 326
departamentos, 1 Jardín
Maternal, 10 Locales
Comerciales, 1 Salón de Usos
Múltiples, 1 Estación de
Radio, 9 Patios internos y 1
Plaza. La responsabilidad
del proyecto y de la
dirección de obra le
corresponde al estudio de
arquitectos Pfeiffer-Zurdo.
El proyecto Monteagudo no
sólo sirvió para la
construcción de viviendas,
sino que también generó un
movimiento de recuperación
de la cultura del trabajo,
la solidaridad, y la
capacitación para el mundo
del trabajo, demostrado que
un movimiento organizado de
trabajadores puede optimizar
los recursos recibidos por
el Estado y administrarlos
con transparencia y
eficiencia.
Carlos Davis