Petitorio por
seguridad vial integral
Nuestros hijos
murieron no porque lo decidiera el destino, sino por la negligente e
ineficaz seguridad vial.
Nada nos devolverá sus
vidas, pero podemos evitar que ocurra nuevamente. Otros hijos
nuestros y muchos hijos de padres y madres que desconocemos viajaran
por nuestras rutas, algunas de las cuales trágicamente las llamamos
"de la muerte", sin otra acción que la de esperar un nuevo
accidente. No queremos ver subir a un bus a nuestros hijos y tener
que pensar si esta será también nuestra despedida.
Pedimos a "los
representantes del pueblo" de ambas cámaras legislativas una
preocupación seria y diligente por la seguridad en nuestras rutas.
No somos especialistas (a ellos les tocará el estudio de las mejores
medidas). Nosotros somos víctimas de las medidas que no se han
tomado.
Pedimos una ley
integral de seguridad vial que contemple los controles de los
chóferes de buses y camiones, sus horas de descanso, la posibilidad
de que los camiones no transiten de noche, la prohibición de venta
de bebidas alcohólicas a los chóferes, los controles reales y
eficaces de alcoholemia, que la policía que está en las garitas de
peajes no sólo controle y custodie la caja de las empresas, sino que
tenga la posibilidad de control y detención de conductores y
vehículos en malas condiciones.
Pedimos al Poder
Ejecutivo un eficaz control por intermedio de la Comisión Nacional
de Regulación del Trasporte, de las leyes vigentes o aquellas por
sancionarse, a fin que las leyes no sean solamente cumplimiento ante
los reclamos de la sociedad. Y al Ministerio que corresponda, el
llamado urgente a licitación a fin de que las rutas -concesionadas o
no- cumplan con las necesidades mínimas ante el aumento del parque
automotor, y de tráfico internacional, siendo de dos carriles por
mano, y con banquinas adecuadas.
Pedimos al Poder
Judicial la sanción sistemática de quienes no cumplen con las leyes
vigentes o por sancionarse, a fin de no seguir viendo en cámaras
ocultas transportistas que evaden los pocos controles con una
moneda; o de los empresarios que exigen un ritmo inhumano para los
conductores.
Pretendemos que Nunca
Más los padres tengamos que esperar con angustia el llamado de
nuestros hijos informándonos que "llegaron bien", lo que debería ser
habitual y cotidiano, y que todos los poderes de la República
trabajen seria y responsablemente para evitar todo aquello que no es
fruto del azar sino de la imprudencia o la irresponsabilidad.
Catástrofe
previsible
Las últimas navidades
se produjeron unas cuarenta (40) muertes en promedio, en todo
nuestro país y aproximadamente, más de cien (100) personas sufrieron
heridas de distinta consideración.
La mayoría de las
tragedias son provocadas por el alcohol (seis de cada diez
accidentes) y la segunda causa, es el exceso de velocidad.
La Red Solidaria
invita a particulares, a organizaciones e instituciones públicas y
privadas a sumarse y a multiplicar, el intento de reducir las
muertes durante las próximas fiestas.
Las recomendaciones
(muy simples y muy concretas):
Si
tomo alcohol: - le doy el volante a otra persona, - tomo un remise
(suele haber muy pocos), - me quedo a dormir hasta la mañana o hasta
el mediodía.
Levanto
el pie del acelerador (la mayoría de los accidentes se convierten en
fatales cuando aumenta la velocidad)
Y
también: a) Llevar los chicos en el asiento de atrás. b) Usar
cinturón de seguridad. c) Usar casco.
Algunas cifras...
Nueve
de cada diez accidentes son protagonizados por varones.
El
mayor número de choques se produce en rutas, avenidas y autopistas.
Durante
la noche se registran tres veces más muertes que durante el día.
Y
de los que mueren en accidentes, casi la mitad, son jóvenes de
quince a treinta años.
Las
provincias con más accidente de tránsito son, por orden: Buenos
Aires, Santa Fe, Córdoba y Mendoza.
En nuestro país, cada
hora que pasa muere una persona en este tipo de accidentes.
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