EL RITO SE REPITE
EL MARTES 15 DE NOVIEMBRE
Floresta vibró al
compás de Manu Chao
09/11/2005
- Manu Chao brindó un show de casi tres horas en el Estadio de
All Boys, ante una multitud que le festejó cada intervención,
pese a las falencias del sonido en el comienzo del
espectáculo.
Noche de martes
en Floresta. La paz del populoso barrio de la Capital Federal
se vio alterada por un evento poco común para el lugar: un
recital de rock and roll internacional. Es que Manu Chao, fiel
a su costumbre de escapar a las convenciones preestablecidas,
eligió un lugar no tradicional como la cancha de All Boys para
su primera presentación en Buenos Aires en cuatro años junto
con su grupo Radio Bemba.
Poco antes de
las 21:00 horas, y después de que integrantes de la Radio La
Colifata lo presentarán, Manu salió a escena, y comenzó su
concierto. Durante la etapa inicial (que duró aproximadamente
55 minutos), el público tuvo que lidiar con notorios problemas
del sonido que venía del escenario (ubicado de espaldas a la
tribuna de madera del Estadio Islas Malvinas), más que nada en
los momentos en que Radio Bemba comenzaba a rockear tipo The
Clash. La guitarra del francés era inaudible, y la conjunción
de todos los instrumentos formaba una bola de sonido molesta,
que desinflaba las cadencias jamaiquinas que, con buen gusto,
lograba la banda. La excepción a esta imagen fue la
conmovedora versión de "Señor Matanza", con Manu demostrando
sus dotes de trovador acústico, y un grupo que lo secundaba
como si de eso dependiera sus vidas.
Tras un
intervalo al mejor estilo Redonditos de Ricota, Manu y Radio
Bemba volvieron al ruedo, y ya el sonido era (un poquito)
mejor. Desde allí hasta el final, los músicos salieron con una
actitud de quemar las naves. Y el repertorio incluyó temas de
los discos solistas de Chao, de Mano Negra, covers ("Se fuerza
la máquina", de Gato Perez, que aquí fue popularizada por
Silvina Garré; y el clásico vals mexicano "Volver, volver", de
Francisco Z. Maldonado, interpretado en clave hardcore y
escapando a la lectura folclórica circa Chavela Vargas),
arengas anti Bush, vivas a Buenos Aires y cierto aire de
populismo demagógico o amor a la gente, según el cristal con
el que se observe su posición.
Tres amagues de
final hicieron que el público se quedará a esperar la última
canción. "Hasta siempre", se despidió Manu ante un público que
estaba en sus bolsillos desde hacía casi tres horas. En
realidad, el próximo martes 15, a la misma hora y en el mismo
lugar, la ceremonia se repetirá, y Floresta volverá a ser una
lo más parecido a una sucursal de Tijuana en Argentina.