JOYA PATRIMONIAL
DEL BARRIO DE BARRACAS
Restauran
Santa Felicitas
02/11/2016
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El Ministerio de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad
está trabajando en el proyecto de restauración y puesta en
valor de la iglesia Santa Felicitas, situada en Isabel la
Católica 520. El mismo consta de la intervención del sistema
eléctrico existente para readecuarlo acorde a la normativa y
las medidas de seguridad correspondientes. El templo fue construido por la familia Alzaga
en recuerdo de la niña Felicitas, muerta trágicamente en la
flor de su juventud. El proyecto fue llevado a cabo por
Ernesto Bunge y en 1892 pasó a manos de la iglesia con la
condición de que en el lugar se creara un colegio
que llevaría el nombre de su hija.
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En el marco del Plan Urbano Ambiental
se está
restaurando esta iglesia con el fin de resguardar la
integridad de la obra y recuperar el simbolismo cultural,
histórico y arquitectónico de uno de los edificios más
antiguos de la ciudad”, expresó Eduardo Macchiavelli,
ministro de Ambiente y Espacio Público porteño. |
Los trabajos se realizan en forma integral buscando la
conservación y protección patrimonial, poniendo énfasis en
los aspectos de seguridad de las personas, la seguridad del
abastecimiento de energía y la adecuación a la normativa
vigente.
La intervención integral comenzará por la readecuación
del tendido eléctrico en la nave central de la iglesia,
crucero, altar mayor, altares menores, camarín, sacristía,
gruta y casa del sacerdote. Finalmente se restaurará las arañas y artefactos de
iluminación históricos de la iglesia e iluminación
arquitectónica de fachada.
Haciendo un poco de historia
A mediados del
siglo XIX la zona donde se encuentra el complejo era una
zona de quintas. En ese sector la familia Alzaga tenía una
mansión. Martín, un miembro de los Álzaga que tenía 51 años
se casó con Felicitas, quien contaba apenas 16. El hombre
murió cinco años después y la joven heredó su fortuna. Como
es de imaginar, la muchacha, bella y rica, tuvo una larga
lista de pretendientes de los cuales eligió a su nuevo
esposo: Samuel Sáenz Valiente. Esta acción no fue soportada
por Enrique Ocampo (uno de los rechazados), quien despechado
la mató.
En su honor,
la familia de Felicitas decidió que se levantara un templo,
y le concedió al Arq. Ernesto Bunge el proyecto de la
fantástica obra. En 1892 la familia le donó a un presbítero
un terreno lindante con la condición de que allí se erigiera
un colegio que debía llevar el nombre de su hija. En estos
ámbitos se desarrolla la muestra.
En el complejo
se construyeron túneles que sirvieron, hasta mediados del
siglo XX, como "comedores comunitarios" para los obreros
humildes de la zona, los cuales llevaban a su boca una
comida digna por un precio módico: apenas unos centavos. Las
mesas eran de mármol y los cubiertos de bronce. "Nos
admiraba la limpieza que reinaba por todas partes", escribió
en 1923 un desconocido cronista de la famosa revista "Para
Ti".
El conjunto se
completa con el llamado "Templo Olvidado", una construcción
de estilo neo gótico cuyo nombre se ignora, al igual que los
motivos que llevaron a sus responsables a no usarlo jamás
como templo.
Para realizar
consultas sobre visitas guiadas se puede llamar al Complejo
Histórico Santa Felicitas, Pinzón 1480, TE: 4204-3593 /
4303-2755, consultar la página web del lugar :
www.museosantafelicitas.org.ar
o
mandar un correo electrónico a
visitasguiadas@santafelicitasmuseo.org.ar
Carlos Davis
Fuente:
Prensa Dirección de Museos
GCABA