La Asamblea surgida en 2001, junto a otras organizaciones barriales, vecinos y familiares de los “Pibes de Floresta”, gestiona la recuperación del ex Corralón Municipal, ocupado por los camiones recolectores de basura de la Empresa Solurbán, para conseguir la concreción de la plaza y la escuela secundaria.

El Corralón se proyectaba, entonces, como un espacio público-plaza que permitiría el esparcimiento, la educación pública, las manifestaciones culturales y la preservación de la memoria a través del patrimonio tangible e intangible.

Desde su recuperación por parte de los vecinos, el Corralón fue sostenido por distintos grupos y organizaciones, con el fin de proteger su destino de plaza, recuperar su valor histórico y construir un espacio de participación y cultura barrial. En ningún momento el estado porteño asumió su responsabilidad sobre el predio, ni realizó ningún aporte económico, de infraestructura o seguridad, cerrando además toda vía de diálogo, y barajando proyectos para el predio que fueron desde la relocalización en él de los manteros de la Av. Avellaneda y su utilización como estacionamiento de micros, hasta el de construir una plaza seca.

Pero en febrero de este año, las nuevas autoridades de la Comuna 10 se hicieron cargo de irregularidades promovidas por la anterior gestión, expulsando a las dos empresas constructoras que alli habian instalado obradores utilizando el espacio de manera ilegal para el usufructo de privados, y reubicando a las familias que pernoctaban en el sitio.

A partir de entonces se realizaron múltiples reclamos por parte de los vecinos y organizaciones del Corralón en función de obtener compromisos institucionales que garantizaran por escrito las declaraciones de las autoridades de la comuna al manifestar la voluntad de que todas las mejoras tengan por objetivo “continuar hacia el demorado proyecto de la plaza cultural.” Con la idea de incluir a todos los grupos en la futura plaza.

Celebramos el haber podido llegar a consensos que se plasmaron en un plano de la futura plaza y un Acta Compromiso firmada por múltiples actores barriales, diputados de la ciudad de Buenos Aires, autoridades comunales y autoridades de la Secretaría de Descentralización.

Los acuerdos refrendados en el acta constituyen un piso de conquistas en función de garantizar que la realización del proyecto de plaza contemple la protección de la memoria, la continuidad de las distintas actividades sociales y culturales, la protección patrimonial integral del sitio histórico (Ley nº 4.261), y la concreción de un espacio deportivo para la escuela.