Bandera de la Ciudad de Buenos Aires

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11 DE NOVIEMBRE - DÍA DEL SANTO PATRONO

San Martín de Tours patrono de Buenos Aires

08/11/2005 - Toda ciudad que se precie de tal debe tener su santo patrono. Esa fue una de las prioridades a tratar en Buenos Aires durante aquella reunión del 20 de octubre de 1580.

¿Cómo hacer la elección? ¿Cuál proponer de la larga lista de ejemplos de la religión católica apostólica romana? fueron preguntas que no tardarían en encontrar respuestas. Y así, la leyenda comenzó a gestarse para terminar jugando un papel principal en la historia de aquel día. Según la misma, los ediles españoles tomaron un sombrero e introdujeron en él sendos papelitos donde figuraban los nombres propuestos. Una mano revolvió el contenido y extrajo uno. Al desplegarlo se leyó el nombre: San Martín de Tours. Quién habrá sido el que propuso el nombre de un santo francés, fue la pregunta que la mayoría de los presentes debió hacerse.

Según la fe católica, San Martín, obispo de Tours, nació en Sabaria, en la Panonia (actual Hungría). Hijo de un tribuno militar, a los quince años, lo alistaron para servir al ejército de Constancio y más tarde al de Juliano de Apostala. Cuenta la documentación religiosa que en un día frío de invierno Martín, entrando a Amiens (Francia), fue interceptado por un anciano que semi desnudo y tiritando de frío le pidió una limosna. El santo, que por entonces se instruía en la fe católica, tomó su capa militar y cortó un pedazo con su espada para entregarle el trozo de tela al mendigo. Después de ser bautizado, el joven, dejó las armas, se dedicó a la caridad y a transmitir la fe católica. Volvió a Hungría donde convirtió a muchos, pero los arrianos lo expusieron al azote público y al destierro. Después de pasar por un monasterio en Milán y volver a las Galias (Francia), fue elegido obispo de la diócesis de Tours y, dada su humildad, debieron llevarlo engañado a cumplir funciones, diciéndole que un enfermo necesitaba de su servicio religioso. Con numerosos milagros, curaciones y todo tipo de actos de inmensa caridad a lo largo de su prolongada vida, murió el 8 de noviembre del 397, pero como su sepelio se produjó 3 días después es el 11 de noviembre el día de su celebración.

La leyenda se unió entonces con el peso simbólico de la tríada en la fe católica. Se dice que los electores, reunidos en la apenas re-fundada Santa María de los Buenos Aires, volvieron a introducir el nombre de San Martín en el sombrero insatisfechos por su “nacionalidad” y que el nombre salió dos veces más (es decir tres veces consecutivas).

¿Por qué volvían a introducirlo en el sombrero si no querían que salga elegido? Quién sabe; quizás supusieron que el azar estaba evidentemente fuera de juego y que, al salir tres veces consecutivas el mismo nombre, no cabía otra respuesta que adjudicarle la razón a un mensaje divino. Agotando las tesis, también puede que más de uno haya propuesto a San Martín de Tours o lo que es más que todos lo hayan propuesto ignorando que el resto había hecho lo propio... pero así las teorías podrían rondar los límites de lo increíble. En síntesis, mil conjeturas pueden partir de la leyenda sobre la elección del 20 de octubre. Lo cierto es que desde entonces San Martín de Tours se convirtió en el santo patrono de la ciudad de Buenos Aires y su día se celebra los 11 de noviembre.

Haciendo un poco de historia

San Martín de Tours nació en Hungría en el año 316, pero desde muy pequeño se fue a vivir a Pavia (Italia). A los 15 años, siguiendo la voluntad de su padre que era un oficial romano, se vio obligado a entrar al ejército. Es en esa época cuando, en un muy frío invierno, la tropa romana ingresó a la ciudad francesa de Amiens. Allí se encontró con un hombre casi sin ropas, que tiritando de frío le imploró caridad. Como no contaba con nada para darle se quitó la capa y la cortó al medio con su espada y cubrió con una de las mitades al pobre hombre. Martín soportó la burla de sus compañeros, pero esa noche Cristo se le apareció en sueños vistiendo la capa que había compartido con el mendigo y diciéndole a Dios “TENIA FRÍO PERO MARTÍN ME ABRIGÓ CON SU MANTO”. Impresionado por el sueño, se hizo bautizar y comenzó su vida dedicada a Cristo.Fundó el primer monasterio que hubo en Francia donde estuvo diez años estudiando las Sagradas Escrituras. Los habitantes de los alrededores consiguieron por su intermedio, muchas curaciones y milagros. Martín siempre decía: "fui soldado por obligación y por deber, y monje por inclinación y para salvar mi alma".

En el año 371 fue invitado a Tours con el pretexto de que viera a un enfermo grave, pero era porque el pueblo quería elegirlo obispo. Apenas llegó la multitud lo aclamó como obispo de Tours, y lo obligaron a aceptar.

En Tours fundó otro convento. Y gracias a la prédica, los milagros y la bondad del nuevo obispo las conversiones al cristianismo eran cosa de todos los días. A los primeros que convirtió fue a su madre y a sus hermanos que eran paganos. Recorrió todo el territorio de su diócesis dejando en cada pueblo un sacerdote. Él fue el fundador de las parroquias rurales en Francia.

Cuenta la tradición que habiéndose caído por una escalera se le apareció un ángel que le dio un aceite que trajo del cielo, con el cual se curó frotándose las lastimaduras. La gente se admiraba al verlo siempre de buen genio, contento y muy amable, empleando siempre la bondad en su trato con los demás.

Supo con anticipación cuando iba a morir. Sus discípulos le pidieron llorando que no los abandonara. Falleció en el año 397.

El medio manto que cortó con la espada para dar al pobre, fue guardado en una urna y se le construyó un pequeño santuario para guardar esa reliquia. Como en latín para decir "medio manto" se dice "capilla", la gente decía: "Vamos a orar donde está la capilla". Y de ahí viene el nombre de capilla, que se da a los pequeños templos.

Es patrono de varios millares de parroquias en el mundo entero. Sólo en Francia hay más de 3.500 y también allí existen 284 ciudades que llevan su nombre.

Es el Santo Patrono de la Ciudad de Buenos Aires, desde el 20 de Octubre de 1580. Ese día, según se hizo constar en las actas del Cabildo, los cabildantes españoles tomaron un sombrero e introdujeron en él papelitos donde cada uno

Había escrito el nombre del santo que proponía. Se mezcló cuidadosamente el contenido y se extrajo uno. Con sorpresa los presentes leyeron el nombre “SAN MARTÍN DE TOURS”. Como Era un santo francés se decidió hacer la elección nuevamente. Entonces se introdujo el papelito otra vez en el sombrero y se mezcló con los que habían quedado. Por tres veces se repitió la operación y por tres veces consecutivas salió el nombre del mismo santo. Lo cierto es que fue aceptado por decisión divina y desde entonces “SAN MARTÍN DE TOURS” se convirtió en el SANTO PATRONO DE LA CIUDAD DE BUENOS AIRES.

El templo donde se lo venera está ubicado en la calle San Martín de Tours N° 2949, en el Barrio de Palermo.

Existen dos calles y una plaza que llevan su nombre. La Plaza está ubicada en Av. Alvear entre Schiaffino y Posadas.


 

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